miércoles, 22 de abril de 2020

BARRAS DE PAN GALLEGO

Como a muchos, durante el confinamiento me ha dado por hacer pan, pero me quedé sin levadura de panadero y ayer por fin, cuando salí hacer compra, en el super había y me traje varios paquetes. Fui buscando recetas por Internet y me topé con esta, me gustó y esta mañana me puse manos a la obra. He de decir que el pan está muy rico, la miga muy esponjosa y la corteza crujiente. A mi la masa me ha subido mucho y se le notaba con mucho aire. Este pan lo haré más veces.

INGREDIENTES 

340 ml agua tibia
1 y ½ cucharaditas de sal
500 g de harina blanca de fuerza 
Una cucharadita de azúcar
Una nuez de levadura fresca (o un sobre de 7g de levadura de panadero de acción rápida)


ELABORACIÓN 

Echamos en el recipiente de la máquina de pan el agua tibia, el azúcar y la levadura. A continuación la harina y la sal.  Seleccionamos el programa para amasado. 

Si lo queremos hacer a mano, disolvemos primero la levadura con el agua tibia y el azúcar. Esperamos 5 minutos antes de empezar el amasado. Para ello, ponemos la harina y la sal en un bol, echamos el líquido en el centro y amasamos hasta tener una masa uniforme. 

La dejamos reposar media hora en un lugar templado, cubierto el bol con papel film.

Una vez tenemos la masa levada, hacemos una bola con ella y la dividimos en dos.

Cogemos  una de las piezas, la aplastamos, doblamos al medio y volvemos a doblar. Aplastamos de nuevo, doblamos y formamos un tubo largo. 

Cubrimos una bandeja de horno con papel de hornear, dejándolo subido de un lado. Colocamos la barra y hacemos una doblez en el papel, haciendo de pared en el otro lado, de tal manera que la barra quede encajada.

Hacemos con la otra pieza una barra de la misma manera. La colocamos a continuación en la bandeja y hacemos otra doblez en el papel. Colocamos un rodillo o algo de peso, para que no se mueva el papel y las barras queden encajadas en ese molde que hemos fabricado.

Dejamos las barras en un sitio tibio, sin cubrir. Puede ser un horno a 30º. 

En aproximadamente una hora habrán triplicado su volumen y estarán con una especie de costra en el exterior, pero muy blanditas por dentro.

Cubrimos otra bandeja de papel de hornear (aunque sirve la misma) y, con mucho cuidado, damos la vuelta a las barras, de manera que la parte superior sea ahora la inferior, y viceversa. La idea es formar una costra alrededor de toda la barra. No hace falta ya poner separadores. Las dejamos reposar otra media hora.

En ese momento encendemos el horno a 200º.

Pasada la media hora, espolvoreamos un poco de harina sobre las barras. Si no nos gusta el aspecto tan rústico, podemos pulverizar con agua (o incluso con leche), en lugar de echar harina. Hacemos unos cortes lo más horizontales que podamos. Se necesita una cuchilla, yo lo he hecho con un cuchillo. 

Metemos al horno durante unos 20 minutos. Con la harina no vamos a ver si están tostadas. Cuando las toquemos y estén duras (aunque cediendo a la presión), ya están. Al enfriar, ablanda. 












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