Llevo tiempo con antojo de estos bollos y hoy me he animado. Están muy ricos y salen muy blanditos, ideales para desayunar, merendar y sobretodo acompañar con unas onzas de chocolate
INGREDIENTES
500 g de harina de fuerza
250 g de leche entera
Dos huevos
90 g de azúcar
5 g de sal
3 g de levadura seca de panadería (o 9 g de levadura fresca)
80 g de mantequilla ablandada
Un huevo batido para pintar
Azúcar y agua para la cobertura
ELABORACIÓN
Lo primero que vamos hacer es un prefermento para mejorar la conservación y el sabor de los bollos, para ello mezclamos 100 g de harina de fuerza, 100 g de leche y toda la levadura, tapamos el bol y dejamos que fermente hasta que haya levado y esté burbujeante.
Una vez que el prefermento está listo agregamos todos los ingredientes restantes, excepto la mantequilla. Amasamos a mano o con robot hasta que la masa vaya estando lisa, entonces añadimos la mantequilla ablandada en trozos y seguimos amasando hasta que la masa esté fina y elástica. La volcamos sobre la encimera, hacemos una bola, la metemos en un cuenco aceitado, la tapamos y la dejamos doblar el volumen. Paciencia.
Cuando haya doblado el volumen la pasamos a la encimera enharinada y la desgasamos a conciencia, apretando fuerte con las manos.
Pasamos entonces a dividirla con una rasqueta en porciones de 60 gramos, saldrán unas 15 piezas (yo aún tengo que practicar el hacer todas las porciones iguales) Siempre que no estemos manipulando la masa la mantendremos tapada con plástico para que no se reseque.
Vamos cogiendo las porciones de masa y se van voleando.
Los vamos poniendo sobre bandejas forradas con papel de hornear y los cubrimos con film de cocina. Los dejamos levar.
Encendemos el horno a 210ºC para que se vaya calentando mientras los bollos fermentan.
Cuando hayan más que duplicado el volumen y se noten muy inflados (al tocarlos con mucha precaución y harina en los dedos), pintamos los suizos con el huevo batido, dos veces, separadas unos 10 minutos entre sí. Justo antes de meter en el horno les hacemos un corte central, que debe ser relativamente profundo, con una cuchilla o un cuchillo afilado. Humedecemos azúcar con una pizca de agua y ponemos grumos de azúcar en el corte de los suizos.
Metemos los suizos en el horno de inmediato y bajamos la temperatura a 200ºC. No usaremos la convección, hornearemos con calor arriba y abajo, poniendo la bandeja al nivel más bajo del horno. Cocemos los suizos 12-13 minutos, hasta que estén bien doraditos. Podemos conectar el aire en los últimos 2 minutos, a 180ºC, para acelerar el dorado. Los sacamos a enfriar sobre rejilla.
Ya tenéis unos bollos deliciosos para merendar o desayunar.
Se pueden congelar: una vez enfriados se pueden envolver individualmente en film transparente y congelar. Luego se sacan, se quita el film y se envuelven en un paño y se dejan descongelar a temperatura ambiente.
